Este sábado 10 de septiembre las miradas estaban puestas en la ciudad de Madrid y no es para menos, debido a que se iba a celebrar el único concierto de Nightwish en España en su gira “Endless Forms Most Beautiful”, la expectación era máxima después de su última visita a la ciudad desde el 2008 con la vocalista Anette Olzon y sobretodo después de anunciarse un retiro temporal de cuatro años nada más terminar la gira, este hecho hizo que muchos se acercasen a presenciar el espectáculo.
Desde finales de mayo de este año cuando se pusieron a la venta las entradas, se anuncio un “very special guest” que se retraso mucho tiempo en decir quién les iba a acompañar para este concierto, se esperaba una banda con mucho cache como Sonata Artica, Kamelot, Epica, entre otros a través de los diferentes foros de los que la gente podía esperar que fuese un gran acompañante para esta única fecha. Cuando a sólo dos semanas de que se produjese el concierto, se anuncio como invitado a Alquimia, este hecho hizo que mucha gente quedase decepcionada de cara al concierto, fueron decayendo y no es para menos, ya que desde hace muchos meses se tuvo a la gente con mucha incertidumbre este hecho no paso inadvertido ocasionando un gran mal estar y que muchos no dudaron en poner a la venta sus entradas porque se sentían estafados después de muchas ilusiones rotas.
Una vez dentro a las 20:55 Alquimia salió al escenario para interpretar “Vulnerable” donde se pudieron escuchar algunos problemas de sonido. “Dama Oscura” con ella mejoró el sonido y se llevó a cabo con mejor precisión. La siguiente en interpretar fue “Xana” de Avalanch donde el público se puso a corear los estribillos. Le seguía “Divina Providencia” y por último “Sacrificio” que sonaron fantásticas. Después de media hora de actuación se despidieron del escenario para dejar paso a Nightwish.
A las 21:00 muy puntuales, empezaba el show de Nightwish, comenzando con la intro de Richard Dawkins, les seguiría “Shudder Before the Beautiful” y “Yours is an Empty Hope” que desataron el delirio del público, durante este primer tramo los miembros se mostraron muy reservados y estáticos, mencionar que en esta última Emppu Vuorinen sonó estupendamente con una guitarra atronadora. Arrancaba “Bless the Child” y se iluminaba la pantalla del escenario principal, que anteriormente no estaba en funcionamiento, pero que se olvidaron de las pantallas laterales en la zona de gradas, después de dos canciones ya era hora de poder sacar el máximo potencial a un enorme estadio cosa que no se había hecho desde el principio.
“Storytime” provocó el delirio entre el público, convirtiéndose en un himno de la banda e imprescindible en sus actuaciones, con “My Walden” hace su aparición Troy Donockley a la gaita. “Elán” donde Tuomas Holopainen comenzaba la intro con los teclados y Marco Hietala uso un bajo con doble mástil, Floor Jansen entonando a la perfección y fue coreada por los asistentes con imágenes paisajistas preciosas de acantilados. En “Weak Fantasy” Troy dejaba la gaita para tocar la mandolina. “Seven Days to the Wolves” paso inadvertida, sonó muy floja y sin alma, aunque las imágenes de los cuervos en las partes superiores nos transportaba por bosques sombríos, fue bastante impactante. “The Siren” nos mostraba un precioso barco, Floor Jansen estuvo increíble cantando como si fuera una sirena de verdad y Marco Hietala haciendo unos coros perfectos.
Siguieron “The Poet and The Pendulum” y “I Want my Tears Back” esta última sonó espectacular. Con “Nemo” se desató una locura total entre la gente que no paraba de votar y dar palmas otro tema que no puede faltar en sus representaciones. “Stargazers” que nos llevaba a lo más profundo de la galaxia pero que en los últimos compases se fue el sonido. “Sleeping Sun” y “Ghost Love Score” sonaron fantásticas con la banda entregada al cien por cien y una de las mejores iluminaciones de todo el show. Para encarar la recta final “Last Ride of the Day” las pantallas se iluminaron con imágenes de un tiovivo y muy colorista. Para concluir el concierto “The Greatest Show on the Earth” la más larga del repertorio de la noche con veinticuatro minutos, en la que los distintos miembros iban apareciendo en el escenario y que puso el broche de oro.
Crónica y fotos: Luis Alberto Pareja Grasa