Tankard
regresaban a Santiago después de 9 años de su última venida a la capital
chilena. La vez anterior básicamente dejaron la cagada por lo que era
obligatorio verlos en esta ocasión. Además como precedente en el Huevo de Valpo
se decía que había sido algo apoteósico digno de los mejores shows de thrash
metal. Con estos alicientes no quedaba duda que se nos presentaba una de las
mejores ocasiones a Asilo de Lunátikos para disfrutar de uno de esos conciertos
míticos que se dan en Chile.
Debido a la
sala y sus muchas veces pésima calidad de sonido yo no albergaba muchas
esperanzas de escuchar decentemente a la banda. Anteriores experiencias con
Metalucifer o Exciter no daban ninguna gana de ir a Kmasu Premiere pero bueno,
el beber nos llama y ahí estuvimos, o quisimos estar, pues, la tribu se reunió
en el Parque O’Higgins y hacia allá nos encaminamos prontito para tomar y luego
ver las bandas. Craso error. Tanta reunión después de hace tanto tiempo nos
hizo no llegar hasta 2 minutos antes de empezar la banda principal de la velada…
No pongas excusas no llegasteis por quedaros bebiendo, asquerosos. Ni Maniac
Revenge, ni Bunker ni Massive Power… no me vuelve a ocurrir quedarme bebiendo y
no ver semejantes bandazas.
Ya como es
habitual con los temas thrash típicos que formaban la previa dentro del recinto
empezaban los mosh y aún Tankard no había salido. La testosterona flotaba en el
ambiente eso y todo el alcohol que sudábamos los 1000 mendrugos que andábamos por
la weá.
Y salieron a
la escena Olaf, Frank, Andi y Gerre, enchufados como siempre con un público
entregado. Esta gente que gira cuando conjuntan sus vacaciones… viven la música
más que cualquier otra banda “profesional” que hayamos visto, es su vida su
salida del mundo que se nos ha impuesto y vaya que si se nota. A cada momento
Gerre nos hace recordar que esto no es una tocata normal, esto es una oda a la
fiesta y al alcohol, a pasarlo bien y a dejar de ser unos membrillos.
Megaacelerados
empieza todo con el Zombie Attack el
single del disco a través de cual empezó todo, más de 1000 almas gritaban los
estribillos unos cuantos menos coreaban cada estrofa y varias docenas no podían
decir nada por los puños que recibían en el mosh… excelente. Seguido del The Morning After también coreado a
pleno pulmón. La comunión de la banda con la concurrencia era plena. A parte
del mosh empezaba la gente a pasar hacia el escenario… como nota negativa los
guardias flaites del Kmasu trataron a modo simiesco e irracional a los locos
que llegaban a sus garras. Desde Asilo de Lunátikos censuramos todas las
conductas violentas de esta gentuza de INSEGURIDAD… descerebrados que les dan
un poco de autoridad y se creen mierda y no llegan a peo. El caso un cabro inconsciente
al que no atinaron a sacar de ahí…
Los temas pasaban
Fooled by your Guts, Not one day Dead, The Beauty and the Beast, Stay
Thirsty… temazo tras temazo, golpe tras golpe, aullido tras aullido la
banda iba dejando caer el sudo y algunas latas al público y este se las
devolvía… Frank no sabemos si fue un gran fan del Frankfurt y llegó lejos en
las categorías inferiores pero tenía un gran estilo esquivando latas.
Los temazos
van pasando, Gerre va haciendo que nuestros cuellos se rompieran destrozando al
ritmo del buen thrash… el sudor va a haciendo todo aun más brutal jajajaj. Rapid Fire para mi gusto la canción
hecha para el directo… perfecta… Rules
for Fool, Maniac Forces….
Llega unos de
los momentos de la noche el himno… Die
with a beer in your Hands pero de repente… flop se fue la luz. Unos
segundos de griterío y aquí estamos otra vez y se repite la canción desde el
principio… bestial.
Minds on the Moon, R.I.B (Rest in Beer), Metaltometal…
temazo una oda al metal el público lo canta a grito pelao. Otro himno suena Space Beer esto es una orgía de
thrash y en cual el respetable disfruta,
con unos maestros de ceremonias tales esto es un no parar. Rectifier y Quimical Invasion
suenan rápidas y rudas y los músicos desaparecen unos momentos para volver a
volarnos los sesos con lo que será el
fin de esta ceremonia con Alien, A girl
called Cerveza y (Empty) Tankard una vez más haciendo que
el público dejase sus últimas energías en la pista.
En definitiva
una presentación asombrosa por parte de Tankard que demuestran porque son parte
del big 4 teutón. Un sinfín de temazos una destrucción cervical… total. Cuesta
describir lo que supone para un europeo vivir el thrash en Chile un país en el
que se vive el metal 100 veces más de lo que estoy acostumbrado.
Una pasada.
Texto: Ramón Azábal Pérez
Fotos: Carolina Ruiz